El 30 de julio, un grupo de monjes tibetanos llegó a Santiago desde Buenos Aires para dar inicio a Artes Místicas del Tíbet en Chile, una actividad internacional que ha recorrido Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia en este orden.

Este evento está enmarcado en la celebración de los 90 años de Su Santidad el Dalai Lama y busca dar a conocer la cultura tibetana al mundo. En el Tíbet, debido a la represión China y la prohibición China de vivir su cultura, hablar su idioma o practicar sus tradiciones puede implicar cárcel para quienes disienten. A pesar de ello, el pueblo tibetano no protesta de forma violenta: su resistencia se basa en la voz y las palabras.

Entre sonrisas, curiosidad y momentos de calidez, comenzó en Chile una travesía que llenará la ciudad de espiritualidad, arte y colores.

La llegada

A las 15:00 horas del martes 30 de julio, los fuimos a buscar al Aeropuerto Internacional de Santiago para saludarlos y darles la más cordial bienvenida. Desde el primer momento, fue un encuentro muy agradable y emotivo. El grupo de Amigos del Tíbet esperaba con entusiasmo, y no faltaron los abrazos, las fotos y las primeras sonrisas que anunciaban la energía especial de estos días.

Camino al hotel y primeras impresiones

A las 16:00 horas llegamos al hotel para que pudieran dejar sus maletas. Durante el trayecto, era imposible no notar la curiosidad que despertaban: miradas atentas, sonrisas tímidas y celulares apuntando a sus trajes tradicionales de vivos colores. Fue un primer contacto espontáneo entre la ciudad y sus nuevos visitantes.

Un almuerzo con sabor a bienvenida

Luego, compartimos un almuerzo en un restaurante peruano, donde las conversaciones se mezclaban con la risa y el sonido de los cubiertos. El clima fue relajado y familiar, como si nos conociéramos de toda la vida.

Descanso antes de los días intensos

Después del almuerzo, regresaron al hotel para descansar y prepararse para los días que vienen, que estarán llenos de actividades: la creación del mandala de arena, charlas y momentos de encuentro con la comunidad.

“La curiosidad de la gente era tan natural como las sonrisas que los monjes regalaban.”

En los próximos días, los monjes comenzarán a crear un mandala de arena en Santiago, una obra efímera cargada de simbolismo. Muy pronto te contaremos cómo será este proceso único.